Empiece con un café en los Campos Elíseos, luego baje tranquilamente a pie hasta la Torre Eiffel por la avenida Marceau
y contemple la famosa llama del Puente del Alma. Desde lo alto de la
Torre disfrutará de un panorama inabarcable de todo París.
A continuación, déjese deslizar por el Sena hasta Notre-Dame en uno de los barcos amarrados allí mismo. Después de visitar la catedral se impone una pausa para comer.
El Louvre está bastante cerca, a poco menos de media hora. Lo
recomendable es un recorrido centrado en las principales obras maestras.
Una vez haya salido, el sol va poniéndose en la pasarela des Arts, el Pont Neuf y el Institut de France…
Cruce el Sena hasta la parada de metro Odéon, desde donde llegará directamente a las estribaciones de la loma de Montmartre para disfrutar de una vista excepcional de la ciudad y sus monumentos iluminados al caer la noche.
Impresionante ciudad. No acabas nunca de ver cosas y siempre a lo grande. Puedes perderte por sus bonitos museos, sus grandiosas avenidas, sus parques, sus barrios, incluso alguna parada de metro.
ResponderEliminarMuy bonita, con mucha vida y para ir con tiempo, porque tiene mucho que visitar.
ResponderEliminar